abril 18, 2025
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El módulo lunar Blue Ghost, creado por la compañía estadounidense Firefly Aerospace, ha conseguido un histórico aterrizaje en la Luna, convirtiéndose en la segunda nave privada en lograr esta proeza. Este suceso, ocurrido a las 3:34 a.m. del domingo 2 de marzo de 2025 (hora de Miami), representa un avance significativo en la exploración espacial comercial, reafirmando la relevancia del sector privado en la carrera para el retorno humano al satélite natural de la Tierra.

El alunizador, que mide dos metros de altura, llegó a la región de Mons Latreille, un área próxima al borde este del Mare Crisium, denominado el «Mar de las Crisis», un antiguo cráter de impacto que se llenó de lava basáltica con el tiempo. Este lugar se eligió meticulosamente por la falta de anomalías magnéticas que podrían afectar los instrumentos científicos del módulo.

El alunizador, con una altura de dos metros, aterrizó en la región de Mons Latreille, una zona cercana al extremo oriental del Mare Crisium, conocido como el «Mar de las Crisis», un antiguo cráter de impacto que con el tiempo fue rellenado por lava basáltica. Esta ubicación fue cuidadosamente seleccionada debido a la ausencia de anomalías magnéticas que podrían interferir con los instrumentos científicos a bordo del módulo.

Una misión científica y tecnológica

La misión Blue Ghost, parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, transportó 10 instrumentos científicos y tecnológicos diseñados para realizar experimentos clave en la superficie lunar. Entre estos equipos se incluyen un dispositivo que prueba el uso del GPS en la Luna, un aspirador para recolectar muestras del suelo lunar y un telescopio para estudiar los efectos del clima espacial en la magnetosfera de la Tierra.

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Otra prueba esencial será verificar la capacidad del módulo para soportar las temperaturas extremas de la noche lunar, que pueden bajar hasta los -173 °C. Tradicionalmente, estas condiciones han causado el fallo de varios módulos lunares. No obstante, Firefly ha equipado a Blue Ghost con sistemas avanzados para enfrentar estas temperaturas extremas, gracias en parte a un incremento en la financiación de la NASA, que aumentó el contrato de la misión de 93 a 101 millones de dólares.

Otra prueba clave será la capacidad del módulo para sobrevivir a las extremas temperaturas de la noche lunar, que pueden descender hasta los -173 °C. Históricamente, estas condiciones han provocado el fallo de múltiples módulos lunares. Sin embargo, Firefly ha diseñado Blue Ghost con sistemas avanzados para resistir estas temperaturas extremas, gracias en parte a un aumento en el financiamiento de la NASA, que elevó el contrato de la misión de 93 a 101 millones de dólares.

El logro de Blue Ghost se produce en una etapa en la que el sector privado está cobrando una importancia creciente en la exploración lunar. En 2023, Intuitive Machines, otra firma estadounidense, logró convertirse en la primera compañía privada en efectuar un alunizaje exitoso, aunque su módulo enfrentó dificultades técnicas tras el aterrizaje. Mientras tanto, la misión inicial de Astrobotic Technology no tuvo éxito debido a fallos en la propulsión.

Hoy en día, otras naves privadas están en ruta hacia la Luna. Intuitive Machines ha iniciado una segunda misión, mientras que la compañía japonesa Ispace buscará superar su fallido alunizaje de 2023 con un nuevo intento esta primavera.

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Actualmente, otras naves del sector privado se encuentran en camino a la Luna. Intuitive Machines ha lanzado una segunda misión, mientras que la empresa japonesa Ispace intentará redimirse de su fallido alunizaje de 2023 con un nuevo intento esta primavera.

Un porvenir alentador

El éxito de Blue Ghost destaca el potencial del sector privado para complementar y expandir los esfuerzos de las agencias espaciales gubernamentales. Con innovaciones tecnológicas como las mostradas por Firefly Aerospace, la humanidad se encuentra un paso más cerca de establecer una presencia sostenible en la Luna y emplearla como plataforma para próximas exploraciones espaciales.

El logro de Blue Ghost subraya el potencial del sector privado para complementar y ampliar los esfuerzos de las agencias espaciales gubernamentales. Con avances tecnológicos como los demostrados por Firefly Aerospace, la humanidad está un paso más cerca de establecer una presencia sostenible en la Luna y utilizarla como base para futuras exploraciones espaciales.

Mientras Firefly continúa recopilando datos y compartiendo imágenes impresionantes desde la superficie lunar, el éxito de Blue Ghost no solo celebra un triunfo tecnológico, sino que también inspira nuevas posibilidades para la exploración y el descubrimiento en el espacio profundo.